¡Vivo estresado! : Manejando el estrés y la ansiedad

Hombre ansioso
A stressed businessman sitting on a chair in an office
  • Filipenses 4:6-7: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”

Cada mañana trae su propio afán, decían las abuelitas. Pero como hago, si efectivamente me siento, fracasado, impotente y perdido. ¿Sabes cuál es la parte más difícil de cualquier problema? Verlo de frente.

Una de las principales razones por las que el estrés, angustia y miedo, se apoderan de nuestro corazón no es porque no tengan solución, realmente sea invencible o incluso, que te falte fe… fuera de circunstancias inesperadas extremas, como accidentes, enfermedades o calamidades, los problemas del día a día, tienen solución y muchas veces explicación.

Si estás angustiado por dinero, por un resultado, por un futuro que es incierto, déjame darte algunos consejos:

  • Mateo 6:34: “Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.”

Por lo que no ha pasado, nada puedes hacer… por lo que ya paso, solo puedes aprender. Enfócate en lo que puedes hacer, ¡justo ahora! Uno de los mejores consejos que he escuchado es: “si puedes escribir el problema, el 90% ya está resuelto” muchas veces, solemos huir del problema que enfrontamos, porque justamente pensar en esa situación complicada, es lo que hace que la ansiedad venga a nuestro corazón, pero la realidad, es que lo que nos preocupa, es el hecho de no tener ningún tipo de control ni posibilidad de definir el resultado de la situación. Es ahí, en donde un cuaderno, hoja de papel o nota en el celular, será tu mejor amigo. Escribe en cualquiera de las opciones anteriores, la siguientes preguntas y responde cada una con honestidad, si la respuesta es “no sé” está bien, pero enfócate en ser sincero y responder lo más detallado y apegado a la realidad.

  • ¿Qué causo el problema?
  • ¿Quiénes están involucrados en el problema?
    • ¿Qué culpa tienen ellos?
    • ¿Qué culpa tengo yo? (se honesto, siempre tenemos parte de culpa todos)
  • ¿Cuándo empezó? | ¿Cuándo quiero que termine?
  • ¿Qué cosas puedo resolver?
    • Esta pregunta de acá es importante pues nos dará, nuestro mapa de acción, aquí enlistaremos cada una de las acciones en base a aquellas cosas que puedes hacer, por ejemplo:
      • Dejar de gastar
      • Vender cosas
      • Pedir perdón
    • Porque en lo que podemos arreglar, suele estar el 99% de la solución, enfocarnos es importante y ser disciplinados y autocríticos con nosotros, nos ayuda a identificar como hallar la solución, de forma más rápida.
  • ¿Qué cosas no puedo resolver?
    • Aquí, nos enfocamos en la oración. Aquello que realmente no puedes hacer nada, entrégaselo a Dios, ora con fe por ello, dale verdaderamente el lugar a Dios par actuar. Tenemos el privilegio de ser llamados hijos, porque nuestro padre se encarga de resolver aquello que nosotros no podemos. Pero, ten en cuenta, que Dios, tiene una forma maravillosa pero curiosa de actuar. Dado que el no nos da, ni lo que queremos, ni lo que necesitamos, sino que nos brinda aquello que nos conviene. Es por eso, que decimos que para los que creemos, todo obra para bien. Porque aun en medio del problema, verás la mano de Dios. Una celebre escena de la película “Almighty 2” menciona algo muy real, si alguien necesita valentía, Dios le dará la oportunidad de ser valiente, si alguien pide por Unidad, Dios le dará la oportunidad para estar presente, cuidado con aquello por lo que pides. Porque recuerda, que Dios te responderá, y dará lo que conviene. A veces, eso no va de la mano con lo que soñamos o lo que anhelamos, pero te puedo garantizar una cosa, Dios, siempre sabe mejor que nosotros lo que conviene.
    • Así que ora, con todo el corazón, sin miedo y con fe, ora por entendimiento sobre la situación, buscando siempre entender su voluntad y respuesta, para que veas el milagro. Si sientes que no sabes como orar, no te preocupes, es hablar con tu Padre Celestial, con tu amigo, con tu confidente, nada más deja que tu corazón hable y si lo haces de forma genuina, el Espíritu, te guiara.
  • 1 Pedro 5:7: “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.”

Por último: Relájate, y si… yo se que es fácil decirlo, pero si ya hiciste todo lo que realmente era posible, te toca confiar, en que Dios tiene la última palabra y dará lo que conviene en el momento correcto. Si yo me pusiera a contarte la cantidad de veces, que he visto esto en mi vida, no sería un blog, sino un libro el necesario para poder enumerar la cantidad de veces que he visto, como a pesar de que el proceso, pueda no gustarme, el resultado siempre será el mejor.

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